viernes, 21 de agosto de 2020

RESULTADO GLOBAL DEL BENCHMARK MICRORATE PARA AMÉRICA LATINA EN 30 IMF DE LA REGIÓN


El nuevo entorno ha puesto en desafío a todas las empresas en el mundo. Las microfinancieras no son la excepción y actualmente sus objetivos giran en torno a mantener la continuidad del negocio; monitorear al máximo la calidad de su principal activo (las colocaciones) y minimizar el impacto de este nuevo entorno sobre su solvencia. Los resultados del Benchmark MicroRate a abril 2020, construido sobre la información de alrededor de 30 IMF Latinoamericanas calificadas evidencian la caída en el volumen anual de intermediación sobre los que se centran además los desafíos de operatividad bajo el nuevo entorno.

Al respecto, las IMF se mantienen dinámicas en la generación, incremento o consolidación de canales ofrecidos a sus clientes a fin de dar continuidad a su operatividad. Si bien la digitalización y plataformas virtuales se convierten en una alternativa atractiva bajo esta coyuntura, existe un razonable temor en las IMF respecto a riesgos asociados a la vulnerabilidad del sistema informático o a la propia transformación cultural externa (cliente) e interna (staff de la IMF).
La variación anual de los desembolsos de préstamos llegó a -56% en promedio y hasta -90% en el límite inferior. La habilidad de los gobiernos en el manejo de la crisis sanitaria y económica; la estructura de la cartera por sector; ámbito geográfico, y la habilidad de la IMF para identificar lo que necesita cada uno de sus clientes viene perfilando el riesgo crediticio.
De las entidades participantes en el Benchmark MicroRate, aquellas reguladas (vigiladas) por la Superintendencia, de metodología grupal muestran que alrededor de un tercio de su cartera total fue reprogramada. En ese sentido, las buenas prácticas identificadas en las entidades calificadas incluyen actualmente la combinación de un monitoreo cercano sobre el desenvolvimiento del negocio del prestatario (uno a uno) de parte del asesor de créditos y la identificación de canales más amigables para el repago de los préstamos por parte del Área de Cobranzas. Ambas actividades permanecen como principales alimentadores de la estrategia institucional.
Las IMF con iniciativas sobresalientes incluye a aquellas que están cerca de sus prestatarios y ahorristas educándolos en la prevención sanitaria; o asistiéndolos constantemente en la recuperación, fortalecimiento o reinvención de sus negocios.
La comunicación con los clientes se ha robustecido respaldado en la tecnología actual que permite una interrelación cercana asesor- cliente aun cuando sea principalmente virtual.
Al cierre de abril 2020, la recuperación mensual total ha girado entre un 30% a 60% sobre lo proyectado debido a la caída significativa de la actividad económica pero también a la decisión estratégica de las IMF de reprogramar los créditos solo a clientes que sustentaron adecuadamente su solicitud y capacidad económica actual.
Genera expectativa, en consecuencia, el índice de recuperabilidad no solo de las colocaciones vigentes y otorgadas a clientes incluso en medio de la pandemia, pero sobre todo de la cartera de reprogramaciones (en moratoria).
Buenas prácticas identificadas en algunas IMF incluyen la realización de provisiones voluntarias mensuales y desde el mismo mes que se inició el confinamiento a fin de asimilar el impacto de una recuperación parcial de los créditos reprogramados.
A pesar de un menor ritmo de recuperación (repago) de los créditos versus lo proyectado, las entidades financieras participantes en el Benchmark muestran niveles de liquidez manejables.
Por un lado, la caída de las colocaciones; la estabilidad de los ahorros (e incluso el aumento debido al control de los ahorristas de gastos personales no esenciales; recepción de bonos sociales) y la renegociación de acreencias explican los manejables ratios de liquidez.
Destaca en las IMF que año tras año fueron fortaleciendo su gestión de riesgo con monitoreo cercano de indicadores claves que hoy está permitiendo mejor tolerancia al adverso contexto.
El éxito en la adaptación metodológica, operativa y financiera en combinación con el desarrollo de una estrategia de negocios óptima y cercana al cliente vienen ayudando a minimizar el impacto adverso de esta crisis sobre la solvencia de las IMF.
En opinión de MicroRate, la resiliencia en las microfinanzas recae además en el rol esencial que están logrando las microfinancieras enfocadas en el acompañamiento y recuperación de pequeñas y microempresas.

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