Por Eduardo Iñiguez Castro / LIMA
La literatura
económica nos enseña que los eventos de alto impacto económico con beneficio
sustancial para la sociedad no devienen del azar, más bien estos se gestan o
incuban en un proceso lento pero constante.
¿Cuál es la ruta
mental que siguieron aquellos grandes hacedores de empresas para iniciar sus
propios proyectos de negocio? Basándonos en estas experiencias y en las
propias, trataremos de escudriñar las pautas que podemos seguir para
descubrir un negocio.
Esta búsqueda no
debemos empezarla muy lejos de nosotros, esa oportunidad puede encontrarse muy
cerca como veremos a continuación:
- El entorno personal puede ser una magnífica oportunidad para darnos idea de lo que queremos hacer.
- Si deseamos emprender un negocio y disponemos o podemos acceder a un capital es necesario que constantemente realicemos un proceso de análisis del mercado. Ejemplo: cuantas panaderías existen en la periferia de ocho manzanas, si no hay puede ser una interesante oportunidad, o ahora que tenemos un gran número de nuevos proyectos inmobiliarios, una opción es instalar lavanderías locales.
- Asistir a ferias, participar en seminarios, congresos, contactos en otras empresas, etc., nos permite descubrir posibilidades y/o oportunidades sobre opciones de inversión.
- Podemos identificar necesidades de servicios o negocios complementarios a los actuales.
- La lectura de revistas de economía y de negocios nos dan más insumos de decisión.
- ¿Qué hacemos gratuitamente y qué nos gusta? Puede ser una interesante posibilidad de convertirlo en un negocio rentable.
- Donde laboramos actualmente podemos paulatinamente encontrar posibilidades de negocios propios mejorando el proceso actual o replicándolo con mejoras sustanciales en la calidad del servicio.
- Asimismo convertirnos en proveedores de un producto o servicio en la empresa que laboramos o en la empresa donde anteriormente hemos laborado, es una excelente alternativa cuando evaluamos que es factible mejorar el proceso de la entrega del producto final.
Tengamos presente que
finalmente la clave de éxito de cualquier negocio es una gestión continua, pues
ahí surgirán a partir de la observación y ensayo y error, las mejoras prácticas
que nos darán una ventaja competitiva frente a la competencia.
El liderazgo de los
negocios se fundamente entre otros aspectos en la capacidad de la empresa de
cualquier dimensión de innovar constantemente. ¿Y cómo logro esto? Llevando a
cabo de manera disciplinada el ejercicio de observar, escuchar, mirar,
preguntar y repreguntar sobre nuestros procesos; posteriormente la práctica de
escribir las mejoras encontradas en nuestro proceso, nos permitirá alcanzar la
tan ansiada búsqueda de la innovación.
Esta y todas las
pautas que hemos revisado rápidamente deben ser soportadas en estudios más o
menos complejos y dependerán de la magnitud de la inversión y de la complejidad
del proyecto; es necesario determinar la viabilidad: técnica ¿Cómo lo hago?,
económica ¿cuán rentable es? y financiera ¿Cómo lo financio? Para ello debemos
utilizar una herramienta conocida como plan de negocios o business plan.
(*) Eduardo Iñiguez
Castro es un experto en Microfinanzas. Economista,
Master en Administración (MBA) en la Escuela de Post Grado de la Universidad
San Ignacio de Loyola, con especialización en Negociaciones Internacionales en
la Universidad de Tampa Florida EE.UU. Realizó estudios de especialización en
Metodologías de Microcrédito realizado en Alemania en la Fundación de Cajas
(GTZ – FEDERACIÓN DE CAJAS MUNICIPALES). Ha sido sub gerente en Mibanco y Banco
de Comercio; gerente regional en el Banco Agropecuario y gerente de Créditos en
la Edpyme Credijet. Actualmente es consultor en empresas en temas de procesos,
planeamiento y gestión del negocio y Expositor experto en temas de Desarrollo
de Estrategias de Desarrollo de Negocios en Microfinanzas en diversas entidades
crediticias con especialización en Microfinanzas.
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