Por César Sánchez Martínez / Instituto FINANPOS
La mujer
peruana trabaja en promedio más de 75 horas a la semana. Exactamente unas 75
horas con 54 minutos, tiempo superior en 9 horas 15 minutos más que los hombres,
según un studio realizado por el INEI y el Movimiento “Manuela Ramos”.
Del tiempo
que las mujeres laboran semanalmente, el trabajo remunerado es de 36 horas con
27 minutos, el resto, 39 horas con 28 minutos es trabajo doméstico no
remunerado; así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI) al presentar la investigación estadística “Perú: Brechas de
Género 2001-2013, Avances hacia la igualdad de hombres y mujeres”, desarrollada
conjuntamente con la ONG “Manuela Ramos”.
La mayor
parte de los problemas y limitaciones que enfrentan las mujeres para lograr su
desarrollo, participación y autonomía se relacionan con la falta de tiempo.
Jornadas excesivas de trabajo limitan a las mujeres tener tiempo para capacitación,
prácticas preventivas de salud (consultas por prevención o despistajes o
prácticas saludables como dieta, higiene, entre otras), actividades deportivas,
culturales de participación ciudadana, ocio, entre otros.
En Perú, el ingreso
promedio mensual de las mujeres se viene incrementando al igual que el que
perciben los hombres. Sin embargo, el ingreso por trabajo de las mujeres es
menor que el de los hombres, quienes ganan S/. 406.20 más que ellas, es decir,
el ingreso de las mujeres representa el 69.7% del ingreso de los hombres.
La brecha de los
ingresos entre mujeres y hombres se presenta en todos los ámbitos geográficos y
en todos los niveles educativos. Es más amplia en el área rural, donde las
mujeres ganan el 55.4% del ingreso de los hombres. Entre las mujeres con
educación universitaria, se observa menor brecha salarial con los hombres (72.3%).
La tasa de
participación de las mujeres en la actividad productiva se viene incrementando.
En el año 2014, de cada 100 mujeres de 14 años y más, 65 estaban trabajando o
buscando un empleo de manera activa. No obstante, su participación aún está
distante a la de los hombres, cuyas tasas son mayores y llegan al 82%.
En Perú,
aún hay algunos rezagos en la decisión del uso de los ingresos, del 3.5% de
mujeres unidas que tienen ingresos propios, la decisión de cómo gastarlos es de
su cónyuge. Supera el 4% si vive en la sierra o selva, sube al 5.8% si la mujer
reside en el área rural y se incrementa al 7.9% si el idioma materno de la
mujer es una lengua nativa.
También son
más las mujeres que los hombres quienes carecen de ingresos propios. Al año
2014, cerca del 31.9% de las mujeres de 14 y más años de edad no tenia ingresos
propios, siendo está proporción casi tres veces más que los hombres (12.7%). La
brecha más significativa se presenta en las mujeres casadas o convivientes
donde el 43.9% de ellas no tienen ingresos propios.
EMPRENDEDORAS
El número
de trabajadores independientes viene disminuyendo, pero este tipo de trabajo es
ejercido en mayor proporción por mujeres. De cada 100 mujeres 56 realizan
trabajo independiente, mientras que de cada 100 hombres 47 realizan la misma
faena.
La brecha
es más amplia entre las que tienen menor nivel educativo y tiende a disminuir
en la medida que tienen estudios superiores.
Las mujeres
que tienen educación primaria o menor nivel educativo trabajan 13 horas más que
los hombres de similar nivel de educación. A medida que aumenta el nivel de
educación de la mujer la brecha en la carga de trabajo disminuye; así entre las
que tienen educación superior la brecha se reduce a 6 horas con 37 minutos. Las
mujeres de todos los niveles educativos dedican más del doble de tiempo que los
hombres a actividades domésticas no remuneradas.
Las 75 horas con 54
minutos de trabajo de la mujer durante una semana, puede subir a 105 horas con
4 minutos si en el hogar debe atender a niños menores de 6 años. Llega a más de
97 horas (97 horas con 23 minutos) si atienden a niñas y niños mayores de 6
años, a adolescentes o adultos mayores.
Asimismo, alcanza a 93
horas con 35 minutos si, en el hogar debe atender a personas con alguna discapacidad
o enfermedad. En cambio, las mujeres solteras, en promedio, trabajan 60 horas
con 42 minutos a la semana, es decir 5 horas 51 minutos menos que el promedio
de horas trabajadas por los varones.
PENSIONES
Acceder al
sistema de pensiones es tener derecho a una pensión, beneficio que en el Perú
ha venido incrementándose de manera sostenida. En la actualidad, de cada 100
mujeres que trabajan el 28% accede a este beneficio y en el caso de los hombres
este porcentaje sube a 40.5%.
El desempleo en el mercado de
trabajo es un indicador que muestra a la población, que estando en edad,
condiciones y disposición de trabajar (población activa) carece de un puesto de
trabajo.
Si bien, el
desempleo viene disminuyendo para mujeres y hombres, éste afecta más a las
mujeres que a los hombres. Al año 2014, el 5.0% de las mujeres económicamente
activas se encontraban buscando un empleo, en el caso de los hombres fue el 4.2%.
En casi todos los grupos de edad, el desempleo en las mujeres es superior al
que presenta los hombres, principalmente entre los jóvenes.
Las mujeres
jefas de familia y sus hogares constituyen un grupo social y económicamente
vulnerable, que ha estado en crecimiento durante las últimas décadas. Los
hogares con jefatura femenina se distinguen principalmente por la ausencia de
cónyuge en el hogar. En el país cada vez existen más hogares que son conducidos
por mujeres (27 de cada 100); debido a separaciones, divorcios, abandono
masculino y embarazos en mujeres jóvenes, que luego permanecen solteras o en
uniones esporádicas.
La
esperanza de vida en el Perú se ha incrementado, como resultado de las
políticas públicas y sanitarias que se vienen implementando a nivel nacional.
Dondequiera que vivan en el mundo, las mujeres tienen una esperanza de vida más
elevada que los hombres. En la actualidad, el promedio de vida de una peruana
es de 77 años y de un peruano de 72 años, es decir, las mujeres viven 5 años
más que los hombres.
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